A vuelapluma
Peinarse
Mi pelo es como el de mi papá, enrollado y corto. Yo quiero tener el pelo liso y largo, o por lo menos como el de mi hermana que es ondulado y se puede hacer dos colitas o trencitas o cualquier cosa, pero no, me tocó la tumusa.
Parece que hasta a mi papá le diera rabia que mi pelo sea así porque cuando me peina, me sienta en sus rodillas, me agarra la cara por la barbilla de una manera bastante poco delicada y empieza a darle durísimo hasta que se me salen las lágrimas. No sé si es que cree que me lo va a alisar así. Pero después viene mi mamá y me pone unas colitas que me dejan china de lo apretadas que están, y como tengo tanto pelo, me pone como seis colitas que parecen orejitas de oso y así me mandan al colegio.
Creo que a mí me gustan estas colitas horribles, porque así por lo menos no voy por la vida como si fuera un varón.
Una vez un maestro suplente en el colegio me mandó a la fila de los hombres, porque creía que yo era un niño. El muy bruto me gritaba y yo le decía que no, que ahí era donde tenía que estar... no voy a saber yo si soy niña o niño. Después se dió cuenta y se disculpó. Por eso me gustan mis moñitos… aunque sean horribles.
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