A vuelapluma

LA MERIENDA

No me gusta la comida que me ponen en la lonchera. Nunca me la como. La verdad es que no como mucho, pero eso de una arepa fría con diablitos es inaguantable, el quemado pegado al papel de aluminio y la arepa sudada y con cara de muerta. ¡Buah! Pero no se puede botar la comida porque es pecado, así que se la regalo a Doris.

Doris no es muy amiga mía, pero creo que es pobre y siempre tiene hambre. Yo, con mucho gusto le doy mi arepa fría, o mi pan con mantequilla y queso blanco rallado, o mis galletas aguadas con diablitos. Así yo voy al cielo, porque no sólo no tiré la comida, sino que hice una buena obra y además me ahorro una pela por no haberme comido la merienda.

A mí me gusta cuando todo el mundo se levanta tarde en la casa y por alguna razón a la muchacha (a quien quiero como a una segunda mamá) no le da tiempo para hacerme la merienda antes de irnos y entonces nos dan dinero para comprar algo en la panadería o en la cantina del colegio. En la panadería es mejor, me compro un cachito de jamón y un cuartico de jugo de naranja que ahora viene en vasito, ¡uno, dos y tres, qué vaso más chévere, qué vaso más chévere, de naranja es!

A veces también nos reunimos las cinco más amigas del salón y hacemos un picnic en el primer patio. Compartimos las meriendas de todas y comemos un poquito de esto y otro de aquello. A Carolina siempre le ponen refresco en la cantimplora. Mi mamá jamás de los jamases permitiría que tomara refresco en el colegio, imagínate. Pero a mí tampoco me gusta el de la cantimplora de Carolina que además de estar caliente se ha quedado sin gas, es dulcísimo y sabe a plástico sucio. Nadie quiere comerse tampoco los sándwiches de la Anye. Dos rebanadas de pan negro con alfalfa y aunque en mi casa todo es sin sal y con germen de trigo, lo de la alfalfa dentro del pan si es verdad que no lo entiendo. Casi, pero no, prefiero mi arepa fría con diablitos.

Comentarios

Anónimo dijo…
Claudia:
Son encantadores estos relatos sobre la ni#ez. Fluyen muy naturalmente, las descripciones tienen mucho humor y siempre nos dejan con una sonrisa. Hoy fui al diccionario para saber el significado de "diablillos". Que ricos!!!
Lillian
Claudia Cazorla dijo…
Gracias Lillian. A mí me divierten mucho. Hay cosas que uno recuerda de una manera particular y ha sido todo un ejercicio rescatar esos recuerdos.
Anónimo dijo…
Cómo olvidar el jugo de naranja en vaso, y las meriendas con cachitos de jamón! Pero sí, abrir la lonchera era mortal, nunca sabías lo que te ibas a encontrar.

Días aquellos.
Claudia Cazorla dijo…
Je, je. Estuve tratando de acordarme de qué era mi lonchera en aquellos tiempos, pero nada... es posible que fuera de esas de hojalata, me acordé (cosa que no tiene nada que ver) que tenía una correa con los niños de Menudo, aunque no era muy fanática... qué cosas ¿no?
¡Las mejores eran las loncheras que traían termo!
P.D. Leí El ingrediente secreto, luego hablamos.
Anónimo dijo…
Que son cachitos de jamon?
De mis meriendas me acuerdo del pan con manteca y azucar, que acompa#aba el te o el mate cocido en casa, a la tarde. A la escuela llevaba monedas y compraba, antes de entrar, unos trozos de caramelos de colores (alfe#iques) que el vendedor los picaba con un martillo de una plancha de caramelo y colocaba en un cono de papel. Eran muy ricos!! Tambien las colitas de chancho, que eran unos caramelos largos y transparentes de colores que terminaban en un rulito y venian envueltos en celofan. Que epocas!!!
Lillian
Claudia Cazorla dijo…
Ahhh, ¡los cachitos de jamón!
Un cachito es como una medialuna, pero hecho con una masa más sólida y menos porosa que el pan, por supuesto van rellenos con jamón. Son al caraqueño lo que un trozo de pizza es al neoyorquino. Cada vez que voy procuro desayunarme uno en una panadería diferente cada día. Ah, claro, los hacen en panaderías casi siempre llevadas por inmigrantes portugueses que a estas alturas son más venezolanos que los mismos venezolanos.
Hay una panadería venezolana en la esquina de la 17 en Union Square donde venden algo parecido pero son de pavo. Yo no los he probado porque sin jamón, para mí, no hay cachitos.
Lerryns dijo…
Claudia un placer saber que estas por aquí recien hoy me conseguí con tu blog... Leí este relato maravilloso y se me removió todo.. Un monton de recuerdos de repente se agolparon en mi mente y Zuas!! me enganché... Seguiré leyendo todo... Y te comentaré mis humildes apreciaciones...
Ya Camila mi segunda hija con maría ya tiene 14 meses.. Que bolas!!

Recibe un abrazo de mi parte y de mis tres mujeres...

Lerryns
www.lerryns.com
Claudia Cazorla dijo…
Lerryns!!!
El otro día te mandé saludos con Marileo, ¿te los dio? Le pedí fotos de las chamas. El otro día, no me acuerdo por qué, Mónica, Pedro y yo nos acordamos de ti. ¿Te picaban los oídos?
Gracias por leerme.

Saludos y besitos pa' todos
Lerryns dijo…
Si me los dio y ya te mando las fotos de las bebas.. Si me picaban demasiado!!

De nada por leerte... Lo seguiré haciendo...

besos para ti abrazos para pedro y un beso también para Monica...

Lerryns
Unknown dijo…
Amiga si supieras que a raíz de esos desayunos horribles, ODIO la alfalfa, y siempre me acuerdo del intercambio del desayuno, no me acuerdo quien se comia mi pan, si era Yrsa, Jessika o Zenaida, pero yo ni muerta, jajajajajaja.
Un besote grande,
Anye
Claudia Cazorla dijo…
Ja, ja, tampoco sé quién se comía tu pan. A lo mejor éramos educaditas y comíamos un poquito cada una para no quedar mal. ¡Qué cómico!
Un abrazo

Entradas populares