El arte de engañar


Por Matusalén Gómez


Ante mis ojos desfila día a día todo un proceso lento pero continuo. No cesa en su objetivo; EL PUEBLO, el nuestro los venezolanos todavía en un 80%, es pobre, vive el día a día de lo que pueda conseguir, habita en ranchos donde la insalubridad por falta de agua es mortal; su vida no vale nada porque se ha instaurado la cultura de muerte, conviene al régimen que sea llano, ignorante, antiparabólicos, antisociales, y a través del control de los medios remacha el instinto de odio, la venganza, la exclusión, la lucha de clases.

No importa el nombre, el objetivo es el mismo, ya que en ellos la frustración subyace y se convierte en resentimiento, arma que disparada a través de la palabra se convierte en un proyectil directo al corazón donde no importa la victima. Se ha neutralizado el impulso del logro a través del esfuerzo, al fin y al cabo según Lenin, son complejos pequeños burgueses. Todo esta planificado paso a paso, y el sometimiento absoluto al líder es lo máximo, todo con marca y firma: Chávez Frías.

Subyugar no es difícil, promesas van, promesas vienen qué carajo importa, que se cumplan o no, lo importante es ganar tiempo con la mentira, las misiones, batallas, el imperio, la invasión, la patria de rodilla en tierra, toda la parafernalia militarista, proyectada con un solo objetivo. La dominación total del ciudadano.-

Las cadenas proponen las bondades de la revolución vea usted: más juego, más vicio, más aguardiente, más crack, más prostitución, marginalidad, corrupción e invasiones y pare usted de contar. Y le pido que con todo respeto contraste usted.

¿Qué era Cuba antes de la revolución castrista? unos decían que era el prostíbulo mas grande de Latinoamérica, y destino de las mafias americanas.

Otros dicen que poseía el ingreso per capita más alto de América Latina en aquella época. Más había un elemento común con la Venezuela actual, la pérdida de valores y la ausencia de principios.

Observe en la revolucionaria Venezuela ha habido en el mentado proyecto algún intento de controlar los vicios, o la delincuencia, haga un ejercicio mental y trasládese a la dura realidad, es todo lo contrario se han exacerbado al máximo.-

Pan y Circo, droga, cerveza, gorras y franelas rojas, todo al máximo. ¿Y el pueblo qué?

Comprado con trescientos mil bolívares mensuales, y el país es entregado a pedazos

¿Cree usted como consecuencia en el concepto de Patria? qué importa que Fidel o Kirschner se lleven su tajada y Putin y Lukashenko salten en una pata, con la compra masiva de armas. Ah, olvidaba a nuestro compatriota: Rafael Correa y al adelantado Evo Morales.-

Adelante el reparto comienza, la plataforma deltana al mejor precio, Exxon Chevron, Repsol, China Oil and Vietnam Petroleum, luego daremos por lote la faja petrolífera.-

“Ta’ barato, dame dos” — dice Lula. Mientras tanto los despedidos de PDVSA, los marinos de la Marina Mercante, los presos políticos y los exiliados a juro observan como se les va la vida y se les olvida. Cómo explicaran a sus hijos lo que ocurre. Carajo, esto es grave.-

Ahora debo preguntar: ¿y nuestros lideres políticos que nunca han podido montar una verdadera estrategia de lucha (y que por falta de ella han conducido a tanta gente pensante al barranco de la desmotivación)?

¿Cuál es el juego Dios mío?

Está bueno, es el momento de establecer metas creíbles, que nos permitan avanzar, debe haber una transparencia de ideas entendiendo que el miedo es libre. Importa el objetivo, sí, pero es necesaria la unión y no citare a Simón Bolívar, quien debe estar revolviéndose en su catafalco del Panteón Nacional.

La pregunta es ¿dónde esta la fibra moral de los venezolanos? ¿qué hace falta y quién o quiénes saldrán a defender nuestro país de este Festín de Baltasar, en qué se ha convertido Venezuela? La tristeza y la incertidumbre cunde en el ambiente.-

A Venezuela como país, hay que desnudarlo, la descomposición de su carne, permitirá llegar hasta el tuétano de los huesos, solo a partir de allí, se podrá comenzar a construir un país, donde quepamos todos, sin exclusiones, sin complejos, entendiendo que el futuro es hoy, y que la deuda que tenemos con las generaciones por venir, debe ser saldada.

He leído que ante situaciones extremas surgen personas jóvenes con nuevas ideas, o personas viejas con nuevas ideas. Habrá mucho que decir desde esta columna.

Nota: Matusalén había olvidado que la reserva moral del país, sus jóvenes estudiantes permanecían a la expectativa: ¡!Todo tiene su tiempo!!

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