A vuelapluma - Sabiduría
A los seis años yo no entiendo por qué llueve cuando tengo clases de educación física.
Cuando llueve duro, durísimo y mi hermana y yo queremos que deje de llover, las muchachas nos dicen que pongamos dos cuchillos cruzados o la tijera abierta en cruz. Según ellas eso hará que pare de llover. Nosotras les hacemos caso porque ellas son más grandes que nosotras y la gente más grande siempre sabe más que uno.
No sé si será por los cuchillos, pero la verdad es que para de llover.
Si se nos cae un cuchillo, es que viene un hombre de visita, si es una cuchara o un tenedor, es una mujer y si es una cucharita es un niño o niña. Si no queremos que venga nadie tenemos que pisar el cubierto antes de recogerlo del suelo. Y si ya es demasiado tarde para evitar que alguien llegue, y lo que queremos es que se vaya rápido, la solución, dicen ellas, es poner una escoba detrás de la puerta.
Si te tragas una espina de pescado, tienes que girar el plato, escucha bien, girarlo, no sea que te pase lo que a Mora, que una vez fue a la playa con las muchachas y estaban comiéndose un suculento pescado a la orilla de la playa cuando Mora se tragó una espina. Beatriz y Luisa le empezaron a decir que le diera la vuelta al plato y la Mora, que no entendía nada, se les quedó mirando con cara de ¿Y mi comida? ¡Se me va a caer!
De este remedio no puedo dar pruebas porque no como pescado.
Si estás jugando a hacerte la bizca, tienes que tener mucho cuidado de que no te agarre un aire porque te deja pasmada y te quedas así para siempre. Viendo doble ¡pa-ra-siem-pre!
Y si estás en la cama cociendo con una aguja, ten mucho cuidado de recogerla, porque si te pinchas mientras duermes, la aguja se te mete en el torrente sanguíneo y llega al corazón y te mata.
¿Qué no me crees? Pregúntale, pregúntale a las muchachas que ellas sí saben.
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