Venezuela, un país digital

No porque todo este digitalizado, no, sino porque para todo necesitas poner la huella digital.

Hace unos años, las únicas personas que usaban su huella, para otra cosa que no fuera cuando iban a sacar la cédula, eran las que no sabían leer ni escribir. Ante la incapacidad de demostrar su autenticidad con la rúbrica, única en sí misma, hacían lo propio estampando la huella del pulgar.

En serio, yo nunca había usado tanto el pulgar en mi vida. Ni en la universidad, cuando pedía cola. En Venezuela, el llamado dedo gordo, es un personaje importante. Si vas al banco a abrir una cuenta, lo necesitas, ¿cobrar un cheque? Allá va a entintarse otra vez. Y no una, si no miles de veces.

Ya estoy pensando en comprarme mi propio tarrito de tinta, porque estemos claros, ¿se imaginan cuántas personas ponen su dedo en el mismo tarrito? ¿Cree que todas esas personas tenían las manos bien limpias? Con razón hay tanta gripe por ahí. La gente no se ha dado cuenta, pero la culpa de todo la tiene el dedo pulgar.