A vuelapluma
Desarrollo... o subdesarrollo
Todas las niñas que estudian conmigo en el colegio ya se desarrollaron. Yo no, porque soy al menos dos años menor que todas ellas, pero es raro que una persona en segundo año de bachillerato no se haya desarrollado todavía.
Algunas se desarrollaron hace unos años, otras más recientemente, pero yo soy la única que nada de nada. Y claro, el asunto es tema de conversación porque, aunque ya hayan pasado un par de años, a TODAS las niñas todavía les conmociona lo que les pasa una vez al mes.
En primer año, porque venía de otro colegio, intervine en una de las conversaciones y confesé que no, que no me había desarrollado, pero que sabía exactamente todo el proceso, no solo porque mi mamá nos había comprado un libro a mi hermana y a mí que lo explicaba todo y que se llama ¿Qué me está pasando? Sino además, porque mi hermana, que es casi 4 años mayor que yo, era ya toda una experta en el asunto.
Claro que me miraron como bicho raro, por eso metí en mi bolso una inútil toalla sanitaria (por alguna razón las niñas de mi colegio les dicen galletas).
Así que la próxima vez que me preguntaron mentí. Anuncié triunfalmente una falsa regla.
Para las niñas de mi colegio fue más natural mi mentira, que mi verdad. Solo a través de esa mentira pude acceder al grupo, ser parte, compartir los secretos. Solo así me preguntaron a mí también "¿Se me nota?" o “¿Estoy manchada?"
De ahora en adelante viviré con la regla imaginaria, hasta que la de verdad aparezca algún día.
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