De cara al futuro

Por Matusalén Gómez

He de confesar que en estos últimos tiempos, he tenido una actitud absolutamente crítica y a veces hasta radical, a veces desbordada en el uso de la palabra, a veces con exceso de interrogantes ante un mudo y virtual lector que acompaña a Tertuliana en su blog, por ello hoy pretenderé apartarme de la pasión para ser mas equilibrado en el juicio, ya que hablaremos de futuro.-

La semana pasada reportaban los diarios y portales de los principales diarios y Webs lo siguiente: un estrechón de manos entre Bachelet y Bill Gates, la razón era la constitución en Chile de una institución que, a nivel universitario, formaría profesionales de avanzada en el campo de la informática, la empresa Microsoft aportaría todos los recursos técnicos para la viabilidad de este proyecto y Chile toda la infraestructura. Desde hace algunos años, este experimento se viene desarrollando en Costa Rica, la finalidad obvia es la de incorporar a los estudiantes a la más avanzada tecnología de computación, digitalización e informática, y que una vez finalizada su carrera se incorporen a un mercado de trabajo cada vez mas especializado, exigente y bien pagado que será la base o el respaldo a una nueva economía.-

La razón: Chile es un ejemplo a seguir de cómo el pragmatismo político, que respeta y entiende que las reglas de juego en el orden económico mundial deben ser integradoras y que la participación del estado a través de la política es la de conseguir que sus ciudadanos logren mayor y mejor calidad de vida, al fin y al cabo son los ciudadanos quienes a través del pago de sus impuestos y de los ingresos obtenidos por la venta de sus recursos los que permiten la viabilidad de tal objetivo.

Pero Bachelet, va mas allá, entiende que la garantía de dar un salto hacia una sociedad más justa y de primer orden, se basa en el conocimiento y fíjese usted, Chile como proveedor turístico ofrece una oferta completa, pero no es el servicio que da el mesero o el bell-boy; no. Son las personas que actúan como consultores, hacen leyes, investigación, patentan inventos e ingenios, crean programas de computación. Pero hay otro factor que es la digitalización, idioma cada vez más común en el mundo. La mudanza o la entrada de Microsoft a Chile es un buen camino.

En una economía del conocimiento se genera mucha riqueza a corto plazo y la misma depende del conocimiento digital. No entenderlo puede significar que el equilibrio económico de un país pueda desaparecer en el tiempo.

Cito a Juan Enríquez Cabot: “La responsabilidad que tienen los dirigentes de un país que no entienden que hay que darle una educación de calidad a sus ciudadanos, del porque hay que darles seguridad, resguardar su vida y sus propiedades que al fin y al cabo son derechos humanos”. Y sigue Cabot: “lo que importa son las mentes, la educación, la ciencia” y señala e identifica claramente y sin complejo, “Singapur, es de los países que dominarán el planeta, hoy día genera un ingreso per-capita similar al de EE.UU”. Nuestros países siguen produciendo: petróleo, oro, trigo, ganado, bauxita, madera y se vuelven cada vez más pobres.

Solo queda establecer una línea paralela entre lo que ocurre en Chile y lo que ocurre en Venezuela; politización de INTEVEP; PDVSA, negación de recursos económicos a las Universidades Nacionales y Regionales y a las instituciones dedicadas a la investigación a través de un perverso control de cambio, El diario El Universal, el domingo 15, en su primera página mostraba la foto de un joven, quien título de médico en mano, se encontraba en el aeropuerto de Maiquetía, listo para embarcarse en un vuelo con destino a Kuwait, donde había sido contratado, para ejercer su profesión, así esta el futuro de este país. No es un lamento, es un reto