Palabras en tiempo
Cuando comencé a escribir este relato, lo cual usualmente hago semana a semana, me detuve a reflexionar sobre su contenido y la única razón era el de intentar llevar un mensaje fresco de ánimo y aliento a la gente entrampada en una circunstancia que ha eludido por mucho tiempo, cuando se trata de decidir sobre el futuro del país.
Puedo decir que he leído algunos ensayos sobre la, o las, razones de tipo ideológicas, humanistas, religiosas, de ascendencia y descendencia, de ética y moral y hasta de marketing político, sobre lo que ocurre en Venezuela.
Por lo cual he de confesar que no logré en base a tanto leer, lograr ubicarme en el tiempo y en el espacio y sobre todo no pude en obtener una visión, que pudiese proyectar acerca del desenlace de esta historia. Hasta este momento estoy escribiendo como un sofista, no importa; lo concreto lo real, es que sé que mucho de lo escrito, visto, transmitido, hablado discutido y analizado nos lleva a una frase, dicha en el momento, en el lugar y en las mejores circunstancias:
¡!!!POR QUÉ NO TE CALLAS????
La Biblia dice que la lengua mata, no diré mas palabras; hacia falta que alguien harto, cansado, obstinado de escuchar hablar tanta majadería, basada en unas irresistibles ansias de figurar, decidiera terminar con la actitud, por cierta muy propia de los venezolanos, como lo es el de ser patán y si vale, ser grosero, rústico e ignorante, propio del representante de los habitantes de este país; se ve que la reacción ante tanta verdad, tan certeramente dicha, solo quedó el recule, y es que la gente de arriba – abajo debe de terminar de entender que la solución, la respuesta a esta truhanería que responde a quienes conducen el país, está montada sobre una montaña de dólares, que no hay corazón, ni sentimiento, solo dinero, el vil billete, que nos embarra a todos, el excremento del diablo.
El domingo estaba escuchando la entrevista que le hizo a Carlos Croes a William Dávila, ex fue Gobernador del estado Mérida. Dávila decía que había que abstenerse y luego que por qué no le entregaban a cada venezolano 1 millón de dólares. Desde mi gastada silla de extensión le dije ¡por qué no te callas?, y me pregunté hasta cuando estos señores hablarán tanta pendejada, y cuándo sus mensajes serán claros sencillos y convincentes sobre el papel que nos toca hacer en esta hora de decisión.
Particularmente nunca he sido apegado a lo militar, pero como en alguien he de creer. También quise escuchar a Baduel y me llamó la atención una parte la declaración que da a la periodista, Mariela Daniela Espinosa:
“Ahora, insisto en que cada uno debe asumir su responsabilidad de participar, porque la abstención y mucho más la indiferencia son perniciosas y le hacen un flaco servicio al contenimiento de la reforma. Ya tenemos ejemplo de ello, donde ha habido una participación muy precaria y en donde la abstención, por lo menos en nuestro país y más particularmente en este caso de la reforma, no tiene fuerza como elemento de manifestación de voluntad, porque no existe una norma que obligue a cuantificar la participación y colocar un parámetro que si no se cumple, es invalido el proceso”.
Y ahora deténgase, piense, reflexione y decida usted.-
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