La incansable lucha
Por Matusalén Gómez
Me había prometido no escribir una letra más y esperar el desenlace del plebiscito del 2 de diciembre, pero como las promesas, dicen, son para romperlas aquí va el relato de la semana, antes he de decir que los hechos se desenvuelven con tal velocidad que parece una bola de nieve que crece y crece y viene arrasando con ella todo lo que encuentra a su paso.
Entrando a los hechos, este desborde por parte de la juventud venezolana que está dando pasos firmes en base a un trabajo inteligente, organizado y creativo para llevar a los venezolanos a pensar, a creer de que la participación es de vital importancia para que al votar NO se pueda rechazar la pretendida y amañada constitución, con que se pretende someter la voluntad democrática del venezolano.
Y es mas los muchachos se echaron esta responsabilidad encima, empujados por la voluntad del amor que sienten hacia su país, por la necesidad apremiante de tender un puente firme hacia el futuro, porque tienen una gran pasión por que sus derechos no les sean conculcados y luego demasiado tarde ya no se pueda reaccionar. El régimen intenta mantener la fachada, que tanto dinero ha costado, pero el deseo de la represión ya se desborda y vemos como día a día, ante el ejercicio democrático de las universidades de protestar pacíficamente, la policía arremete con extrema fuerza.
Pero ya no hay vuelta atrás la dinámica de la historia tantas veces dicha esta aquí, en este país y la hora D, esta marcada; el 2 de diciembre, daremos un respaldo completo absoluto y total al futuro de la patria, porque ya tenemos la señal que tantos esperaban, fuera tribulaciones, bien lejos el pesimismo, el viaje se ha iniciado y tiene un objetivo común, rescatar el país y ponerlo a navegar; proa al norte y a toda maquina.-
Me había prometido no escribir una letra más y esperar el desenlace del plebiscito del 2 de diciembre, pero como las promesas, dicen, son para romperlas aquí va el relato de la semana, antes he de decir que los hechos se desenvuelven con tal velocidad que parece una bola de nieve que crece y crece y viene arrasando con ella todo lo que encuentra a su paso.
Entrando a los hechos, este desborde por parte de la juventud venezolana que está dando pasos firmes en base a un trabajo inteligente, organizado y creativo para llevar a los venezolanos a pensar, a creer de que la participación es de vital importancia para que al votar NO se pueda rechazar la pretendida y amañada constitución, con que se pretende someter la voluntad democrática del venezolano.
Y es mas los muchachos se echaron esta responsabilidad encima, empujados por la voluntad del amor que sienten hacia su país, por la necesidad apremiante de tender un puente firme hacia el futuro, porque tienen una gran pasión por que sus derechos no les sean conculcados y luego demasiado tarde ya no se pueda reaccionar. El régimen intenta mantener la fachada, que tanto dinero ha costado, pero el deseo de la represión ya se desborda y vemos como día a día, ante el ejercicio democrático de las universidades de protestar pacíficamente, la policía arremete con extrema fuerza.
Pero ya no hay vuelta atrás la dinámica de la historia tantas veces dicha esta aquí, en este país y la hora D, esta marcada; el 2 de diciembre, daremos un respaldo completo absoluto y total al futuro de la patria, porque ya tenemos la señal que tantos esperaban, fuera tribulaciones, bien lejos el pesimismo, el viaje se ha iniciado y tiene un objetivo común, rescatar el país y ponerlo a navegar; proa al norte y a toda maquina.-
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