Nueve

Cada nueve años algo grave me pasa.

Lo primero fue mi nacimiento, aunque quizás deba ir más atrás, desde mi concepción. Yo fui fruto de un accidente. Se suponía que ya Madre estaba demasiado mayor para salir embarazada, pero pasó. Nací con siete meses, si hubiese nacido a término no hubiese nacido el mismo año. De más está decir que todo el embarazo y el parto fueron realmente catastróficos para mí.

A los nueve años sufrí una intoxicación que casi me mata. Empecé a sentir que las manos se me hinchaban, que los pies se desbordaban de los zapatos, que el cuero cabelludo se me separaba del cráneo. Madre no entendía qué me pasaba, luego me empezaron a salir marcas rojas por todo el cuerpo, no podía respirar, me desmayé, todo pasó muy rápido.

A los dieciocho tuve un accidente de tránsito. Era un domingo a mediodía, casi no había carros en la vía. Un loco que había bebido desde la noche anterior me chocó de frente sin darme tiempo a reaccionar. Las fracturas fueron fatales. Los médicos no entendían como había sobrevivido al accidente. El carro quedó destrozado.

A los veintisiete me asaltaron a punta de pistola. No me pasó nada grave, físicamente; pero a los asaltantes los agarraron cuando todavía me estaban robando y a uno de ellos lo mataron en mis narices. Es una imagen que no se me despega. A veces sueño que fui yo misma quien lo mató.

A los treinta y seis me di cuenta. Fue como una revelación. En medio de las llamas que habían destruido por completo mi apartamento, lo supe. Estaba mareada por el humo y sin embargo mi cabeza hizo las cuentas a una velocidad pasmosa. Pensé que moriría ahí. La causa del incendio sigue siendo una incógnita.

Este año cumplo cuarenta y cinco y todavía no me ha pasado nada. Espero, eso sí. Sé que no hay nada que pueda hacer para evitar lo inevitable. Los accidentes han sido bajo circunstancias totalmente fuera de mi control, no es que estuviera haciendo nada peligroso.

Puede que este año sí me muera. Por alguna razón pienso que no. Creo que me moriré a los 81.

A la novena va la vencida.

Comentarios

Anónimo dijo…
nose como cai a tu blog, pero me encanta! besos
Claudia Cazorla dijo…
Ahh, perdona la tardanza en responder. La verdad es que no sabí cómo hacerlo. Estas cosas de la tecnología son un fastidio. Gracias, por tu comentario, espero que sigas disfrutando el blog.

Un abrazo

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