El paquetazo

Por Matusalén Gómez

Lo predicho aquí está, llegó, arribó el paquetazo de Messie Ugho. Si algo parecía diferenciar al régimen era la inmensa entrada de divisas por concepto de la venta del petróleo, parecía que nadábamos en un lago de riquezas que era inagotable a salvo de la contaminación del mundo globalizado, qué recomendaciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, ni que ocho cuartos. Esta economía estaba a salvo de cualquier elemento distorsionante cruelmente manejado por el imperio.

¡Vaya cháchara! qué castigo a la suelta lengua del Messie y lo peor es que como escupió para arriba se bañé él mismo. Tanto odio hacia Carlos Andrés Pérez hasta el extremo de intentar con su golpe de estado de ajusticiarlo según el codigo fidelista y ahora es él quien sufre del rigor mortis del pecado original, al descabezar la economía venezolana en busca de la utopía socialista.

Lo otro es quien está sufriendo las consecuencias de esta aventura, el tan manoseado pueblo, allí está haciendo colas interminables, para lograr conseguir los pocos alimentos subsidiados y controlados por la llamada reserva, que no son más que milicianos ideologizados y mantenidos por el régimen.

Qué lástima de pueblo, qué falta de pudor y amor hacia sí mismos, perdida la conciencia son llevados como ovejas al campo a pastar monte pero denles una gorra roja y una carpeta, para que se crean revolucionarios.

¿Será el hambre de sus hijos lo que pueda llevar a rebelarse en contra de un estado explotador e insano que recurre al trabajo voluntario, manoseando el nombre de Bolívar para justificar el derroche inmisericorde de los ingresos petroleros de todos los venezolanos entregándoselos a manos sueltas a cubanos, argentinos, bolivianos y a la larga lista de organizaciones izquierdosas, retrogradas y terroristas que se aprovechan de la mano tendida del factor equivocado llamado Messie Ugho.

Solo tome nota de un detalle en esta economía y que socializante (uso el termino porque de verdad no encuentro cuál aplicarle), es a mi modo de ver lo más salvaje que se usa para justificar la ineficiencia e incapacidad elevada al cubo de esta intento de gobierno. Asimile el golpe, los ricos son más ricos y los pobres son cada día más pobres, la asistencia del estado se extiende como una mano peluda que arropa con su discurso y propaganda de la época de los soviets, tratando de hacer creer que hoy se vive mejor; la tristeza propia del hambre se riega como la verdolaga.

Y Messie disponiendo del futuro económico, del petróleo; pero de madera del mismo palo se alza la voz de Domingo Maza Zavala, ex director del Banco de Venezuela, quien sin pelos en la lengua dice que la falta de control en Fonden y el uso de aquellos inmensos recursos que deberían ser una especie de cochinito para romperlo en tiempos de escasez están siendo dilapidados a discreción y capricho del Usía.

Las palabras sobran cuando uno mira hacia adelante y el horizonte se carga de nubes negras que presagian tempestad y el sembrador de las mismas Messie Ugho, sigue en su sueño infinito de grandeza, producto quizás del exceso de las hojas de coca, elevándose, levitando, porque en su compleja elevación cree que el futuro no le pedirá cuentas.

Au revoir

P.D: a partir de ahora no nombraré mas a Messie Ugho, de ahora en adelante se denominará ¡El Lengua!, en honor a la canción de Eddie Palmieri.

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