Self-consciousness

Así que le dije –Mírame bien, estos son mis pies. No son perfectos, son en realidad horribles, pero son los que tengo. Mira mis manos extra grandes, lo sé y ni siquiera son demasiado útiles. Las manos grandes como estas deberían al menos ser utilitarias, saber hacer cosas, servir de algo. Estas no. Son torpes.
Mis ojos te dirán todo lo que soy. No hay mentira en ellos. Y quisiera, me gustaría, que cuando los vieras, cuando me vieras, cuando mires mi cuerpo entero, sus partes lindas y sus partes feas veas lo que hay y lo que es.
– ¿Y él qué hizo?
– Huyó despavorido. Él, aparentemente, nunca se había visto en un espejo.

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