La ruptura

Era obvio que esos dos no estaban en la misma página.

Es más, no estaban en el mismo capítulo.

Más aún, ni siquiera estaban en el mismo libro.

Peor: ella estaba en un libro y él en una película.

Pero se querían. Por más claro que fuera el desencuentro, y sobre todo por encima de él.

Por eso nadie entendió, ni siquiera ellos, cuando la ruptura llegó inaplazable, urgente, sólida... sin más razón aparente que un sismo de proporciones inexplicables.

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