A vuelapluma – Limpiar

Mi mamá tiene obsesión por la limpieza, o al menos así dice mi papá. Por eso una vez cada 15 días, las muchachas hacen "limpieza a fondo". La limpieza diaria solo implica barrer y coletear, pero en la limpieza a fondo hay tobos de agua con jabón, cepillos, más agua, coletos, cera, pulidora, aspiradora, aceite de teca para los muebles, vinagre para los vidrios de las ventanas... todo un despliegue de cosas que no se ven a cada rato.

Mi hermana y yo nos divertimos mucho esos días. Primero porque todos los muebles de la sala son llevados a los cuartos y el aburrido recinto se convierte en un gran salón resbaloso donde bailamos, patinamos y nos deslizamos con la excusa de que estamos "ayudando a limpiar".

En la parte del coleto y la secada desaparecemos como si nada hasta que llega el turno de la pulidora. Entonces me subo a la base y Beatri o Luisa me llevan encima, para allá y para acá, para allá y para acá mientras van dejando el piso pulidito, como le gusta a mi mamá.

Durante los primeros días solo se puede estar en la casa en medias, no solo para que no se ensucie la sala, sino que además sirven de indicativo de la necesidad de la limpieza profunda.

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