A vuelapluma – Cuando los adultos...
Cuando los adultos hablan, los niños se callan la boca.
Sí señor, eso dice mi mamá.
No importa que te hayas caído y te hayas raspado las rodillas y te estén sangrando porque tiraron unos triquitraquis a tus pies y todo el mundo salió corriendo menos tú que andabas en patines y tu hermana, en un intento de rescatarte de los fuegos artificiales haya terminado arrastrándote hasta que dejaste la piel de las rodillas en el pavimento.
Ni así se interrumpe a los mayores cuando hablan.
Porque puedes ir y hacer el intento, pero ¿valdrá la pena?
Ir y decir, ¡Mami, mami, mami!, me caí, me rompí, me raspé. Y que ella te responda delante de sus amigas -Sshh, ¿qué te he dicho?
Y te tengas que ir a lavar las rodillas tú solita, y a ponerte agua oxigenada y alcohol, ¡ay!, con lo mucho que duele.
Sí señor, eso dice mi mamá.
No importa que te hayas caído y te hayas raspado las rodillas y te estén sangrando porque tiraron unos triquitraquis a tus pies y todo el mundo salió corriendo menos tú que andabas en patines y tu hermana, en un intento de rescatarte de los fuegos artificiales haya terminado arrastrándote hasta que dejaste la piel de las rodillas en el pavimento.
Ni así se interrumpe a los mayores cuando hablan.
Porque puedes ir y hacer el intento, pero ¿valdrá la pena?
Ir y decir, ¡Mami, mami, mami!, me caí, me rompí, me raspé. Y que ella te responda delante de sus amigas -Sshh, ¿qué te he dicho?
Y te tengas que ir a lavar las rodillas tú solita, y a ponerte agua oxigenada y alcohol, ¡ay!, con lo mucho que duele.
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