Así de simple

Ella estaba ahí parada cuando la vi. Se había quedado de una pieza, paralizada, llorando.

La niña, de unos diez años, le decía Mom, please, stop crying, please, mom. Don’t do this to me.

Pero la mamá no estaba ahí. Otro mundo la había absorbido y lo que sea que estuviera mirando o sintiendo ahora, la hacía llorar como yo nunca había visto a alguien llorar.

No había drama en su llanto, solo las lágrimas y un grito constante, aahhh, desgarrador, un lamento que le salía de donde dicen los profesores de voz que debe salir la voz. Tres delgados hilos de saliva unían sus labios ahhhhhhhhhhh, gemía sin interrupción.

Y la niña que llora, que no sabe qué hacer. Do you want me to call 911?, le pregunto. No, I’m going to call my dad. La niña saca el celular de la cartera de su mamá. Mientras habla con el papá, yo miro a la mujer, trato de entenderla, no quiero tocarla, me da miedo que salga del trance y le dé por correr o tirársele a un carro. Se calma por un rato, la mirada perdida. Luego empieza de nuevo ahhhhhhhhhhh.

La niña explica donde están, décima con 55, I don’t know, she just started crying and she doesn’t stop. Demasiada carga para una niña tan pequeña. Se calma a ratos la niña, yo trato de tranquilizarla, le digo que ya viene su papá, que a su mamá tal vez le dio una crisis. I don’t know what to do, llora de nuevo. Cálmate, yo me quedo aquí hasta que llegue tu papá.

Algunas personas pasan, miran con un poco de distancia, pero no se detienen. No ayudan, no preguntan.

Mom, please, please! ¿Cuánto tiempo tardará tu papá? I don’t know, he said he will be here soon, dice entre sollozos, chupándose los mocos.

Don’t do this to me, please! No es su culpa, le digo tratando de tranquilizarla, pero quién puede darle paz a esta niña.

El padre llega y abraza a la esposa. Le da una palmadita en la cara. No reacciona. La llama por su nombre, le dice Honey, al ratito se calma, pero aún está ida. Es posible que pueda aferrarse a esa cuerda que le acaba de lanzar el esposo.

Por instantes parece que fuera capaz de reconocer al esposo. Lo mira, pero se va. El padre le hace preguntas a la niña. Does she hit something? Something happend to her? Nooo, llora la pequeña que ya no tiene que ser la fuerte, sino la niña de 10 años que es. El padre la mira y las abraza a las dos. Don’t worry, everything is going to be fine.

No hay nada más que pueda hacer allí. Le pregunto si quiere que pare un taxi o algo. Me dice que no, que gracias. Trata de hacer caminar a la mujer que a duras penas se deja arrastrar.

Yo me alejo caminando hacia la 54.

Al llegar a la esquina volteo, ya han desaparecido. Ojalá tenga él razón y todo salga bien.

Comentarios

carloszerpa dijo…
Guauuuuuuu Claudia!!!!!!!
que relato..
fuerte muy fuerte...
un beso amiga

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