La pasión (I)

Por Matusalén Gómez.


Dicen que las pasiones del ser humano son el amor, el dinero y el poder. En mi caso específicamente es el amor, me gusta dar amor a través de mi vida diaria, enlazar a veces y dentro de la cotidianidad esta pasión, es algo que he aprendido de la universidad de la vida y a través de un proceso de ensayo y error; y es que he de reconocer que mi base educativa no me da más, lo de la cultura es otra cosa y pienso que es un mundo, el ancho mundo casi sin límites y que una vez descubierto jamás abandonaras.-

Lo de la pasión según San Lucas, es inherente al humano, y la misma no admite control. Vea usted, enamórese y verá cómo se convierte un lobo en cordero y viceversa, en aquel momento sus hormonas disparadas a través del torrente sanguíneo, y provenientes del hipotálamo, superaran la barrera del sonido, lo cual le permitirá, brincar aunque le falte una pata, bailar aunque nunca lo haya hecho, de su boca saldrán las frases más dulces aunque sea usted un amargado, sus ojos si son chiquitos, casi se saldrán de sus órbitas ante el objeto deseado, si es usted casado o casada, el divorcio buscará, las glándulas salivares encontraran el dulce sabor de los besos, aunque su novia fume como loca y le digan boca de cenicero. La irrigación de la sangre siendo ya tempestuosa, alcanzara las zonas erógenas del cuerpo y a la vista del objeto deseado se producirá una semi-erección, y no se hable del abrazo, allí culminara en clímax, producto de la pasión del amor.

¡!Cosa animal, es el ser humano!!

Pero hay otras formas, a mi juicio, de repente más sutiles menos simiescas, y no me desdigo de lo anterior, y es que uno va refinando o dominando la pasión, y esto se da a través de un proceso de maduración, por donde se debe pasar, que incluye; tiempo, paciencia y mucho equilibrio mental… a ver, y con qué se come esto, bueno si quiere un ejemplo lea el Kama-Sutra, hasta yo mismo me he preguntado como es posible que a través de los años, casi dos mil, la cultura india haya llegado a nuestros tiempos y todavía nos enseñe cómo controlar nuestros impulsos para así poder llegar al clímax supremo.

De verdad Matusalén una vez más hace una venia se quita el sombrero y dice, me quedo con la pasión latina, el latín lover, quien ante los signos de ataque y sin ninguna contención se deja llevar por su instinto y el no importa que quede preñada.-

Próximos capítulos: El dinero y El poder.

Feliz Navidad.

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