Una mujer, otra

No había una mujer más perfecta que ella. Deseosa como estaba de entregarle toda esa perfección a un buen hombre, o a un hombre, uno cualquiera.

Ella le daría siempre el mejor filete, le haría la comida que él pidiera, lo complacería en todo, aunque ella no estuviese del todo de acuerdo.

Yo quería casarme y tener hijos. Atender el hogar, cocinar, darle el trozo más grande siempre al hombre de la casa, pero aquí en esta casa no hay hombre y yo me quedo con las ganas de consentirle y tratarlo como si fuera un rey, que es como me enseño mi madre que se debe tratar a los hombres de la casa.

Él siempre tendría la razón. Así le habían enseñado. En su casa, su padre y sus hermanos se llevaban siempre los mejores trozos, los más grandes, los más jugosos. Ellos eran los hombres de la casa. Y su madre y ella se pasaban las horas en la cocina trabajando para ellos.

Cuando me deprimo mucho me pregunto si algún día seré feliz.

Y ahora era brillante, inteligente, madura, hermosa, independiente… pero no era feliz porque no tenía bajo quién sentirse menos. Y eso era lo que le habían enseñado que era la felicidad.

¡Ah!, la felicidad

También se había acostumbrado a la soledad. Ya no era tan joven y nunca había vivido con nadie, ni siquiera había tenido una relación duradera, esporádicas sí, muchas.

Ni siquiera he tenido una relación estable. Noviecitos sí, pero un novio, una relación que dure años y un sitio donde yo tener mi cepillo de dientes, un pijama… no, eso no le he tenido. Ni el cepillo dientes de mi baño ha compartido su vaso con ningún inquilino.

No saben lo que se pierden, pero ahora, egoísta, no es eso lo que quiere. Venir ahora a invadirle sería una verdadera molestia. ¿Y sus hijos? Es una mujer.

¿No soy feliz ahora?

No siempre hay que tener un palo al cual ahorcarse.

Comentarios

Alvaro dijo…
Hola Claudia.

Uaooooo!!!! (interjección de sorpresa / asombro).

Me ha dejado pasmao!

Como mujer me gustó infinitamente más la otra, como relato... tambien me ha gustado este.

Como personaje, me encanta.

Nos vemos.

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