Con las ganas

A veces pasa, bueno, a mí me pasa, que he estado pensando en una idea, apenas un esbozo de idea, algo que empieza a titilar dentro de mi cabeza sin terminar de cobrar forma y de pronto, sin querer, leo en un libro eso que había intuido antes.

No sé si me explico.

Estaba leyendo Días aún más extraños un librito de Ray Loriga en el que se recopilan varios artículos y dos cuentos y me pasó exactamente eso con Virginia se enamora, el relato, inédito hasta entonces, con el que cierra.

Lo que subyace en este par de frases, es lo que se empezaba a siluetearse en mi interior:
"Había nacido, sin saberlo, como nacen algunas personas, con una extraña querencia por lo excepcional. Una maldición, sin lugar a dudas, que atormenta a algunos seres no excepcionales, aquellos que intuyen que existe un tesoro enterrado, pero no tienen el mapa, ni el barco, ni la audacia, ni nada."

Una manera muy buena de decirlo.

No es solo ese extracto, es la idea en sí, el personaje principal, Virginia, que venía a hablarme en la boca de otro autor como si se hubiera escapado y se hubiera desarrollado en la mente de otro antes de nacer en mi cabeza siquiera.

Claro que eso no existe, es solo como yo lo veo.

Si se cruzan por ahí con ese cuento de Loriga, se los recomiendo, o tal ve me gusto mucho solo a mí, que sentí que igual lo pude haber escrito yo, pero lo hizo él con anticipación y más maestría.