El abrazo


Sueño que me abrazas y en tu abrazo, porque tú eres un gigante y yo una flor indefensa, sin espinas, siento como fluye en mi cuerpo toda tu energía.

Puedo casi tocarla. ¡Qué fuerte me siento así! Pero me doy cuenta de que esa energía es tuya, de que no tengo derecho a quitártela; entonces, cierro los ojos, me concentro y el calor de mi plexo solar vuelve a ti como un torrente.

Un segundo después, caigo desfallecida.

Comentarios

Alvaro dijo…
Qué bonito Claudia!!!

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