Descontexto* - Onírico

Despertó de aquella pesadilla empapada en sudor. Era la misma sensación que se repetía una y otra vez. En el sueño, trataba por todos los medios de que la escucharan, de que la sacaran del sitio oscuro donde se encontraba, pero la voz no le salía. Por mucho que lo intentara.

Ya lo sabía, lo había hablado infinitas veces con su psicoanalista. Es un sueño, se repetía, y dentro del mismo sueño inventaba las miles de manera de que alguien la oyera.

La pesadilla aparecía de tanto en tanto, cada vez menos. Cuando se aproximaba una situación difícil su mente volvía a sentirse desamparada y la obligaba a pedir ayuda. Una ayuda que sin embargo sabía que nunca llegaría. Ni en el sueño ni en la realidad.

Dentro del nebuloso mundo en el que flotaba contó hasta diez. Solo quería despertar.

Esa mañana amaneció sin voz, como si hubiera estado gritando, ahogándose en el mar, o como si hubiese estado en un concierto pegando lecos de adolescente desatada.

En su interior moraba una angustia.

*Me he inventado un juego. De cualquier libro que me cruce me robo una frase, una frase cualquiera y a partir de ahí me invento una historia.

La frase del Descontexto anterior, Amasijo, corresponde a El inquilino, de Javier Cercas.

Comentarios

Alvaro dijo…
Ya sabes Claudia, ten paciencia conmigo.

¿pegando lecos?
Claudia Cazorla dijo…
Jaja.

Lo pensé cuando se me presentó la opción de poner alaridos, jeje, porque Leco sí que es una venezolanada, pero me gustó, así que lo dejé :)
Lecos son gritos, alaridos. Está hasta en la RAE: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=leco

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